miércoles, 1 de julio de 2009

IX Open de la FEDC: El efecto carpintero.


Del 14 al 20 de junio se ha celebrado en el hotel Palas Pineda de Salou la novena edición del Open de Ajedrez de la F.E.D.C. (Federación Española de Deportes para Ciegos).

En este torneo pueden participar todos los ajedrecistas ciegos y deficientes visuales que lo deseen siempre que tengan un Elo inferior a 2.000 puntos, pues el objetivo principal de esta competición es la promoción del ajedrez entre los afiliados a la ONCE.

Este año ha sido la primera vez que he asistido y tengo que calificar la experiencia de fantástica. Las instalaciones del hotel, su ubicación y la atención del personal: perfectas. Se han volcado con nosotros para que nos sintiéramos cómodos y lo han conseguido. Por cierto: que levante la mano el que no haya subido de peso esta semana.

Tambien hay que mencionar al responsable del torneo Jesús García Callejo y su equipo; que han realizado un trabajo muy bien hecho para que todo estuviera a punto: la sala, el material, los boletines, etc., etc..

Para los que no habéis ido nunca a esta competición deciros que es muy peculiar. Por las mañanass los ajedrecistas (este año han sido 70 los participantes) disfrutan con la familia de la playa, pasean, visitan las localidades cercanas, se relajan en las piscinas del hotel... Las partidas se celebran por la tarde


En cuanto a la competición propiamente dicha, tenéis la lista de participantes, los resultados de las rondas y la clasificación final en la página web de Ajedrez en Madrid. El campeón ha sido Valeriano Septien, que consiguió 6,5 puntos sobre 7. Hay que reconocer que en la última partida le sonrió la diosa fortuna; pero la suerte también hay que buscarla. Valeriano en un buen ajedrecista y mejor persona. ¡Enhorabuena, Valeri! (Así le llama su Sra., ¡Que lo he oido yo!). En la foto aparece Valeriano recogiendo el trofeo de campeón de manos de la Jefa del Departamento de Servicios Sociales de la O.N.C.E. en Tarragona.

Sólo hay un aspecto de este open que no me gusta. Se trata de el efecto carpintero. Me explico: A los primeros 50 clasificados la F.E.D.C. les abona los gastos de alojamiento y manutención; el resto -este año han sido 20- tienen que pagar. Esto provoca que la mayoría de los participantes estén (estemos) más pendientes de conseguir 3,5 puntos (que aseguran matemáticamente no pagar) a base de pactar tablas con los rivales que de luchar en el tablero. Tendríamos que buscar, entre todos, una fórmula que evitara esta situación

No puedo olvidar mencionar a mis compañeros de expedición y aquellos otros con los que he convivido estos días en Salou de una forma más estrecha: Antonio León (el maestro de Triana), Ricardo Moreno, Francisco Delgado (alias el sobrao), Lorenzo Luna (el maestro cordobés), Ángel Mesa (el jerezano), Loli, Teresa, Paqui, Margarita y Emilio.